Anda haciendo equilibrio entre sueños y muñecos haciendonos reir y no perdiendo el tiempo, como si supiera lo corta que resulta la niñez.

Adriano me paraliza con sus guiños.
Jugamos juntos hasta arroparnos, sabe hacer trampas para convencerte y desliza su triunfo hasta mis manos y lo compartimos. Con Adriano todos hemos ganado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario