junio 28, 2009

Tango


No me puedo librar
las dudas y el hastio embriagan la noche
justo cuando el amor tenia un sabor distinto.

No me puedo librar
los acordes del piano desangran en la niebla
justo cuando los juegos prohibidos cobraban sentido.

No me puedo librar
finalmente la casa agiganta su espanto
justo cuando el miedo entristecia a pie del abismo.

No me puedo librar
los aires del bandoneon que alguna vez oi
y la distancia oscura de todo lo perdido.

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